domingo, 11 de marzo de 2007

Por Víctor Manuel Barceló R.
Una brusca caída en la Bolsa de Valores de Shangai, China, a fines de febrero pasado, que se diseminó por el mundo, además del pánico inicial en los ámbitos financieros, vino a dar mayores elementos de preocupación respecto a las condiciones de la economía en el mundo; en especial la multicitada condición de la estadounidense. Ocurre que la vida económica y social del imperio, ya no se entiende sino está ligada a la economía de guerra. El sistema político vigente en esa nación-imperio pierde constantemente funcionalidad, a pesar de estar diseñado para mantener condiciones de transformación a lo largo del tiempo, así sean republicanos o demócratas en el poder.
Su economía también, entra en terrenos delicados, debido a que no responde a una estrategia de desarrollo. Por ello es aún más delicado lo que ocurre con la “entrada en recesión de la economía de Estados Unidos…y el punto de inflexión de la fase de impacto de la crisis global”, según señala el Boletín No 12 del 15-2-07, de Anticipación Europa Global (GEAB, por siglas en inglés) que ocurrirá en abril próximo. Tal vez los economistas neoliberales incrustados en las altas esferas de la “conducción” de la economía nacional no hayan recibido este importante documento, o estén muy entretenidos en ver como salir del atolladero, antes de reconocer que el blindaje de que hablan, respecto a la economía mexicana, es especulativo y responde a la fortaleza de esa economía imperial que estará en malas condiciones, a breve plazo.
Lo cierto es que la recesión se viene anunciando con tiempo. Alan Greenspan –ex jefe del Tesoro- señaló en Hong Kong hace días, que el "ciclo económico que empezó en 2001, estaba llegando a su fin", y que la economía de EU "podría caer en recesión en los últimos meses de este año". En el 2006 se presentó el déficit comercial mayor, acaecido en los últimos tiempos, junto a quiebras en diversos organismos de préstamos hipotecarios y el desplome de tareas de bienes raíces, en todo el territorio estadounidense. Como ocurre en estos casos, las crisis sectoriales se acumulan, hasta conformar lo que podría ser una crisis generalizada que afectará a la economía, en toda su extensión, constituyéndose en recesión.
Los análisis del organismo europeo, precisan las consecuencias que, juntas, alterarán la vida del imperio: aceleración del ritmo e importancia de quiebras en sociedades financieras; alza en embargos inmobiliarios, que lanzarán a la calle a 10 millones de personas; bienes raíces en picada. Entrada en recesión de la economía con baja precipitada de tasas de interés y conflicto comercial y financiero con China. Esto llevará a un desplome muy grave del dólar frente a euro, yen y yuan. Arrastrando en su caída a la libra esterlina y a todas las monedas de los países –que como el nuestro- están “colgados” de la cola imperial.
La gravedad de las predicciones, acelera al grupo neoconservador de Bush, intentando salvar lo que quede de la uni polaridad, acentuando las perspectivas de otra “guerra preventiva”. Si el crecimiento logrado a partir del 2001 se debe a la economía de guerra impulsada por el gobierno actual, sus corifeos –con el Vicepresidente Cheney de viajero imparable- buscan concretar una nueva guerra de invasión, en este caso a Irán, como medicina efectiva contra la recesión.
El criterio es elemental: si el área económica, con el liderazgo de la Reserva Federal, no puede sacar al país del colapso económico, para eso están los halcones y su poderío industrial-militar. Socorrer con cañonazos –incluso nucleares- a la economía en su conjunto, es la premisa que trae en sus alforjas Bush, en su accidentada visita a diversos países de Latinoamérica. ¿Seguiremos hablando en México, de blindaje económico frente a lo que acontece al otro lado de la amplia frontera?. Ojalá la sensatez reine en el gobierno federal.
Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com